🐄 ¿Vacas flacas?

Si sentías que algo raro se mueve en el mundo de los negocios, no es intuición: los consumidores aprietan la cartera sin dejar de comprar, la industria de la belleza cambia de trono y hasta unos camiones Tonka casi se quedan fuera de Navidad por culpa de la política comercial.

Todo pasó al mismo tiempo… y no es coincidencia.

Detrás de cada titular hay una lección silenciosa para quienes venden, producen, importan o dependen del consumo diario. Este boletín no va de teorías, va de las jugadas reales que están redefiniendo quién gana y quién se queda mirando.

COMERCIO

¿Qué respiramos en China? Posibilidades

Ya voy para dos meses en China, y sinceramente, me siento como si tuviera 20 años otra vez. ¿Por qué? Porque aquí se respira algo que escasea en muchos lugares: posibilidades. Todo parece ir en una sola dirección: el progreso.

Sí, muchos vienen a China por los mejores precios, y con razón. Pero si algo me ha quedado claro es que para sobrevivir las crisis no basta con buscar lo más barato. Lo que realmente marca la diferencia son las relaciones a largo plazo.

Hace unos días, mientras trabajaba en los proyectos de nuestros clientes MarQ, conocí a una pareja de recién casados que, con sacrificio y visión, levantaron su propia fábrica. Me impactó su historia — porque pudo haber sido la historia de la familia López, no solo la familia Li. Somos más parecidos de lo que pensamos. La diferencia está en la mentalidad.

Hablamos de aranceles, de retos, pero ellos no se enfocan en lo que los detiene. Se enfocan en lo que sí es posible. Y eso, amigos, es lo que separa a quienes sobreviven de quienes realmente trascienden.

No se trata de la economía, ni de los aranceles. Se trata de lo que TÚ crees que es posible. Cuando llegan las crisis, algunos se paralizan. Otros... crean, actúan y avanzan.

Si tú estás listo para dejar de ver barreras y empezar a construir puentes, 2026 es tu momento.

RETAIL

No juegues con los precios

Pues resulta que Instacart amaneció en el ojo del huracán. Y no por una nueva función ni un gran anuncio, sino porque un informe aseguró que la plataforma estaba mostrando precios distintos por los mismos productos según el usuario. Sí, como si tú y yo compráramos el mismo pan de la misma tienda… pero a cada uno nos saliera diferente.

El escándalo vino de un experimento con 437 compradores en cuatro ciudades, donde la diferencia promedio entre precios llegó al 13%, y en algunos casos hasta al 23%. En total, una misma canasta podía variar alrededor del 7%, lo que según el reporte sería casi 1,200 dólares extra al año para alguien que no se da cuenta.

El chisme pegó tan fuerte que las acciones de Instacart se fueron para abajo 6%, aunque en el año todavía van ligeramente arriba.

Instacart, obviamente, salió a decir que no es “precio dinámico” ni “discriminación”, sino pruebas puntuales que hacen sus tiendas asociadas para entender preferencias del consumidor. Según ellos, nada cambia “en tiempo real” ni según el comportamiento de cada persona. Solo experimentos aleatorios, dicen.

Pero ya sabes cómo es esto: cuando el mercado huele desconfianza, la reacción se nota rápido.

ECONOMÍA

La gente ya no gasta como estadounidense

Moody’s acaba de soltar la bomba: el gasto del consumidor en EE. UU. va a seguir vivo en 2026… pero ya no con la misma alegría. El crecimiento se enfriaría hasta 1.5%, suficiente para mover la economía, pero no para que los minoristas se relajen.

¿El chisme de fondo? El mercado laboral se está poniendo más flojito, los aumentos de sueldo ya no brillan como antes y la gente está empezando a pensarlo dos veces antes de gastar. Resultado: los sectores más expuestos serán retail y productos duraderos, justo donde el consumidor puede decir “mejor luego”.

Pero ojo, no todo es drama. Mientras el desempleo no se dispare, no se espera un colapso, solo un consumidor más frío, más calculador y obsesionado con el valor. Por eso, los ganadores del chisme son claros: marcas con precios escalonados, ofertas flexibles y conveniencia total.

Suben los costos de salud, guarderías, servicios básicos e impuestos, mientras la confianza del consumidor cae por inflación persistente y ruido político. Los jóvenes batallan para encontrar trabajo, aunque los trabajadores de mediana edad siguen siendo el motor del gasto.

MAKE UP

La belleza cambia de dueño, pero siempre vende

Si 2025 fuera un reality, la industria de la belleza se habría llevado todos los ratings. Hubo compras millonarias, alianzas que se rompieron, precios al alza y un cambio claro de poder hacia lo digital. Spoiler: TikTok ganó mucho más que seguidores.

Ulta y Target: el divorcio que ya se veía venir Ulta Beauty arrancó el año con ventas flojas y nueva jefa al mando. Kecia Steelman lanzó el plan Ulta Beauty Unleashed para salvar la casa: más foco en marca, digital e internacionalización. 

Pero semanas después vino el golpe: pausa y futura ruptura con Target. Hurtos, poco personal y mala experiencia hicieron que la colaboración tienda-en-tienda terminara oficialmente en 2026. Aun así, Ulta logró levantarse y cerró el tercer trimestre con ventas al alza y mejor desempeño del esperado.

El poder se mudó al celular Amazon siguió ganando prestigio con su tienda Premium Beauty, sumando marcas top. Pero el verdadero chisme fue TikTok Shop, que se coronó como la tienda de belleza de más rápido crecimiento.

La nueva asesora de belleza ya no es la vendedora, es la IA. Casi un tercio de los consumidores que usan herramientas de IA para comprar terminaron llevándose productos de belleza o ropa. Las marcas ya lo entendieron: la recomendación digital manda.

NEGOCIOS

Tonka Trucks siguió apostando por China a pesar de los aranceles

Tonka Trucks, el juguete indestructible de la infancia americana, casi se quiebra por algo que no podía aplastar: los aranceles. La marca apostó todo a seguir produciendo en China… y sobrevivió, pero por muy poco.

El golpe inesperado Durante años, fabricar en China le funcionó perfecto a Tonka. Pero este año, los aranceles impuestos por Trump elevaron de golpe el impuesto a los juguetes chinos hasta 145%. Resultado: un camión volquete que costaba 30 dólares podía llegar a 75 dólares en tiendas. Imposible para un juguete de mercado masivo.

Pararon los envíos, pero no apagaron la fábrica Basic Fun, la empresa que hoy maneja la marca, suspendió envíos a EE. UU., pero tomó una decisión arriesgada: no mover la producción ni apagar la prensa de metal en China, confiando en que Washington y Pekín llegarían a un acuerdo. Trasladar esa maquinaria era casi imposible: pesada, especializada y difícil de replicar en otro país.

En octubre llegó una tregua comercial entre Trump y Xi Jinping. El arancel bajó a 20%, suficiente para reactivar envíos, pero no para respirar tranquilos. El acuerdo dura solo un año y la tensión entre ambos países sigue viva.

Los camiones Tonka ya subieron entre 5 y 10 dólares, y todo apunta a que en 2026 costarán alrededor de 40 dólares. Basic Fun dejó claro que no puede seguir absorbiendo costos indefinidamente. El mensaje fue crudo: o sube el precio, o el negocio deja de ser viable.